Kim Jon Quién?
En varias ocasiones me ha pasado que menciono el nombre del antiguo líder norcoreano Kin Jon Il y obtengo respuestas como “¿Y ese chino quién es?”, “¿Dónde queda eso?” y la más insólita “¿Con qué se come eso?”. No se sientan mal, no tienen que ser internacionalistas o analistas internacionales para saber quien es, porque me di cuenta que hasta la persona más culta e ilustrada podía desconocer quien era el señor que por 17 años estuvo a cargo de hacerle la vida imposible a Corea del Sur mientras gobernaba a Corea del Norte.
Lo peor del caso no es desconocer al personaje sino lo que esto conlleva. Corea del Norte podría considerarse como el último bastión de lo que representa el comunismo y si no lo han escuchado, ha amenazado más de una vez en demostrar su poderío nuclear al mundo, azotando principalmente a su enemigo de siempre: Corea del Sur.
En todo caso, si no sabían quién era Kim Jon Il, menos van a saber de Kin Jon Un, porque hasta hace poco nadie conocía la existencia del hijo menor del fallecido líder norcoreano y “gran sucesor” de éste. Sí, el amigo hereda al mejor estilo monárquico, un país con supuesta potencialidad nuclear y ganas de estar peleándose con todos los países del noreste asiático.
Kim Jon Un tiene a penas 29 años y fue nombrado sucesor de Kim Jon Il en el 2010, lo que le da un margen de tiempo algo estrecho para prepararse en llevar las riendas de un país como Corea del Norte. La cuestión es que nadie sabe qué es lo que va a hacer Kim Jon Un con la situación de los misiles norcoreanos y las constantes amenazas e incidentes que su padre y antecesor propinaba a países vecinos como Corea del Sur y Japón.
Existen tres posibles escenarios, en primer lugar que se mantengan las cosas como están, es decir el mantenimiento del status quo. Esto significa aplicar una retórica provocadora con los países vecinos y realizar amenazas pero sin llegar a enfrentamientos directos. La segunda situación sería la de tomar una actitud bélica y que Kim Jon Un decidiera utilizar los misiles que su padre muy generosamente le dejó. Esto supondría un peligro para la región, en especial para Corea del Sur y Japón, en vista que serían los primeros países afectados con las consecuencias de los supuestos misiles nucleares norcoreanos. Sin contar que esta situación podría generar una crisis en el noreste asiático debido a las implicaciones bélicas y los actores involucrados (La presencia de Estados Unidos en la región sigue proyectando una amenaza para algunos países del noreste asiático). Y la tercera posibilidad sería algo totalmente inesperado, que Kim Jon Un retomara las Conversaciones a Seis Bandas, adoptara una postura de unificación con Corea del Sur y efectuara reformas y una apertura económica similar a las de su aliado China. A pesar de este ser el escenario más deseado, es mucho pedir. Hasta ahora no se han presentado los antecedentes que puedan indicar que algo así sucedería.
En cuanto a lo que ocurrirá de ahora en adelante en la península coreana es muy difícil de predecir. Por los momentos, Kim Jon Un ha mantenido bajo perfil y ha optado por irse con la primera opción, manteniendo el status quo, lo que no resulta ni bueno ni malo. Tendríamos que estar atentos a como se va desarrollando este nuevo líder norcoreano y si pretende seguir la firme postura de su padre en cuanto al aislamiento norcoreano, sus problemas “existenciales” con Corea del Sur y por supuesto la situación de los misiles.
Gabriela Oliveira Da Costa
Internacionalista