Opinión: Chávez vuelve a ganar

Posted by Factor Mundo on 16 marzo, 2012 · 7 comentarios 

OPINIÓN.

(Foto de Internet)

Por Giuliana Ippoliti.

Imagíneselo, amanece ambarino el día ocho de octubre mientras usted aún no termina de digerir la noticia del momento. Hugo Rafael Chávez Frías, ganó el día de ayer las elecciones presidenciales por tercera vez consecutiva y con amplia mayoría, valiéndose esto último, para desestimar las opiniones generales del pueblo que usted se encontraba en las calles y con quienes conversaba muy amenamente sobre el cambio de gobierno que se acercaba. Incluso, aún usted recuerda la esperanza que le acompañó tantas veces frente al espejo por la mañana, y se pregunta temeroso ¿Qué pasó?

¿Cómo fue posible? ¿Por qué ganó Chávez? ¿En qué carajo estaba pensando la gente?
y así se pasa ese día, que en vez de satisfacerle no hace más que opacarle la sonrisa. Por la tarde mira la cadena nacional, es el hombre en el balcón del pueblo. Habla sin penas pero con gloria. Ríe, canta, llora agradecido. La gente, que no es gente, que es un mar de camisas rojas sin rostros, le aplauden, lloran junto a él, repiten a viva voz las consignas de su campaña, saben que habrá seis años más de gobierno.

Usted no se lo cree, llora también, pero estas, sus lágrimas, no son de felicidad. Sabe que su hijo se marchará, que se desarrollará profesionalmente en otro lugar y  formará su familia lejos de su hogar, que sus nietos serán esas personitas que de vez en cuando mirará crecer en fotos, lejos, muy lejos de usted. Lo sabe, lo reconoce, se lamenta.

Se lamenta porque ayer temprano cuando aún había oportunidad, usted no fue a votar. Esperó, mirando de vez en cuando la pantalla del televisor, a que otros eligieran por usted. Sabía, sí que lo sabía, que ese era un momento histórico, que el futuro de su familia dependía de él, y no hizo más que sentarse a esperar.  

Miró como poco a poco los centros de votación fueron quedado solos, escuchó a los diferentes políticos “invitados especiales” de los más reconocidos programas de opinión del país, hablar sobre la Venezuela Post Chávez, tomó un cafecito junto al ocaso y se dispuso a planificar sus vacaciones de verano en la playa. Eran más de las doce de la noche cuando el Consejo Nacional Electoral dio los resultados, impactado usted no podía creer lo que escuchaba. Nada iba a cambiar, o sí, todo iba a cambiar.

Estaba ahí petrificado, pensando en lo que pudo ser y no fue, en lo que pudo hacer y no hizo. Lamentaba la triste realidad de un pueblo ignorante que seguía votando por un gobierno que había tenido la osadía de arruinar la patria, olvidándose siempre de pensar en la parte que le correspondía a usted.

Su grado de responsabilidad había quedado mágicamente en el olvido. Nadie tendría derecho a reclamarle nada que usted no hiciera. Nada.

 La rabia consumía sus venas. Impotencia, pesadez, malhumor. No encontraba respuestas. Hasta que de pronto, de la nada, comenzó a sentirse extraño.

 No era usted el mismo, no se reconocía al mirarse sus propias manos, sus dedos, sus arrugas. La persona que ahora ocupaba su piel, era un forajido. Un viajero insaciable que había colmado sus sueños de batallas perdidas; y desmotivado, había dejado de protagonizar sus días, para sentarse, simplemente sentarse, a esperar.

Entonces lo entendió.

Era y no era usted aquél que había decidido regalar su país al hombre que ahora veía empuñar las manos frente a un conglomerado. Era y no era usted, quien se rindió antes de comenzar a luchar y no fue a votar. Era y no era usted, quien permitió que su patria pasara a ser un país extranjero para sus propios hijos. Era y no era usted, quien tuvo miedo a vencer el miedo. Era y no era usted el culpable de que la noticia del momento fuera el triunfo de Hugo Chávez Frías.

Era usted.  

 16/Marzo/2012.

 

 

 

 

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