Especial: Optimismo Español
ESPECIAL.
EURO RINCÓN. Han pasado ya más de seis meses desde que España celebró sus elecciones generales buscando desesperadamente un cambio para mejor. Donde más de 24.6 millones de españoles acudieron a las urnas para elegir un nuevo gobierno y demostrar por la vía democrática su descontento a las últimas políticas aprobadas para tratar de apaciguar la crisis que los flagela desde 2008.
El Partido Popular (PP), presidido y liderado por un personaje poco carismático pero pertinaz como lo es Mariano Rajoy, consiguió el mejor resultado de su historia logrando la mayoría absoluta en el Congreso, con más de 10.8 millones de votos y la representación de 186 diputados. Por su parte, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), representado por un cansado José Luis Rodríguez Zapatero, debilitado por una gris gestión al afrontar los embates de la crisis y en consecuencia víctima del voto castigo por el descontento popular debido a sus últimas decisiones para “apaciguar la crisis”, solamente obtuvo 110 escaños en el Congreso, siendo este su peor resultado histórico al caer por debajo de los 118 escaños obtenidos en las elecciones de 1977.

(FOTO DE INTERNET)
Y no es para menos que la derrota del PSOE sea histórica, ya que después de años de gobierno y de discursos optimistas que negaban por completo la posibilidad de crisis alguna, los ciudadanos españoles sufrían una serie de males socioeconómicos que no se podían disimular con tan solo versos poéticos políticos.
No fue hasta el 12 de mayo del 2010 que Rodríguez Zapatero se sinceró con su población y aceptó ante el Congreso entre otros problemas: el valor real de la insostenible deuda pública, las altas tazas de desempleo e inflación que mantenían a su país en una cruda recesión, y presentó un paquete de medidas, nada socialistas, para intentar estabilizar la golpeada economía.
Las medidas más destacadas de este paquete de restricciones económicas fueron:
- Reajuste del salario de un 5% a los trabajadores del sector público desde junio de 2010 y congelación salarial para el 2011.
- Supresión del llamado cheque bebé, asistencia pública de 2.500 euros para cada familia que concibieran o adoptaran un bebé.
- Congelación de las pensiones.
- Recorte en inversiones para obras públicas de 6.045 millones de euros.
- Limitaciones al Gasto farmacéutico.
- Disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo de 600 millones de euros.
- Reducción en los gastos de Comunidades Autónomas y Entidades locales de 1.200 millones de euros.
- Desaparición del Ministerio de Igualdad y Vivienda.
- Eliminación plena de los apoyos estatales a sindicatos y organizaciones empresariales.
Como siempre, estas recetas económicas en estos casos, protegen más a las grandes fortunas de unos pocos que a la gran masa de trabajadores del sector público y privado, así como a los pensionados y a las políticas sociales que permiten el tan envidiado “Estado de Bienestar Europeo”.
“¡Democracia Real Ya!” con estas palabras se da inicio al grupo protestante de Indignados de España.

(AP)
Tras el anuncio de la aplicación de estas nuevas medidas, indudablemente el descontento social no se hizo esperar para manifestarse en las calles, y es así como empiezan a surgir concentraciones y marchas, en modo de protesta por parte de la población española, que en su gran mayoría son ciudadanos que han perdido sus puestos de trabajo, jóvenes que no consiguen empleo, asociaciones y colectivos sociales, además de todos aquellos españoles que temen sufrir en un futuro próximo la misma situación, unidos en un solo movimiento para exigir cambios en el sistema político y económico español que les devuelva y garantice su calidad de vida.
Desde el 2011, se han movilizado más de 8 millones de ciudadanos españoles que continúan en la lucha día a día, de reivindicaciones sociales aun sin obtener ninguna respuesta positiva o alentadora. A su vez, esto ha producido gran desánimo en las comunidades inmigrantes que un día pensaron que podrían mejorar su calidad de vida en España, y han decidido regresar a sus países de origen para evadir las consecuencias negativitas de la crisis.
Así queda descrito el país que le ha dejado Zapatero a Rajoy, una España convulsionada, con una economía estancada y un pueblo decepcionado e inconforme.

(FOTO DE INTERNET)
“No va a haber milagros, no los hemos prometido”, fueron las primeras palabras que recibió el pueblo español tras hacerse pública la victoria de Mariano Rajoy como nuevo Presidente electo democráticamente del Gobierno español, frase poco alentadora aunque bastante realista sobre las posibilidades de mejorar la situación del país. Pero Rajoy muy a pesar de sus palabras fue muy optimista y señaló que la única manera de dejar esta fuerte crisis en el olvido es haciendo las cosas bien, porque el esta seguro que “los resultados llegarán”.
A las pocas semanas de instalarse el nuevo gobierno español en La Moncloa, se dio inicio a la aplicación de un nuevo plan de austeridad con las que el gabinete de Rajoy afrontaría la crisis:
- Una nueva reforma laboral con ajustes para reducir el paro y aumentar la contratación privada, aunque afectando a la vez los derechos de los trabajadores.
- Disminución del número de empresas públicas y de cargos públicos.
- Recorte de la inversión publica en educación, de 10.000 millones de euros en cinco años.
- Deducción del gasto público sanitario y aplicación de nuevos decretos restrictivos para la salud.
- Anuncio de un nuevo aumento del IVA con el que alcanzaría un 20% para el 2013.
En el momento en que se escriben estas líneas, las principales ciudades españolas han vivido semanas congestionadas y de mucha incertidumbre debido a la aplicación de estas nuevas políticas, donde los principales afectados siguen siendo el grueso de la población clase baja y media. Incluso, los grandes banqueros y empresarios han sufrido como nunca, y es que España no se esperaba, ni vio con buenos ojos la reciente medida del Gobierno argentino de expropiar las acciones de la petrolera española Repsol de su filial suramericana Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Al igual que la decisión de Bolivia de expropiar la firma Transportadora de Energía de la Red Eléctrica Española, ambos sucesos afectan de manera directa los planes que tenían el gobierno y empresarios españoles para posibles soluciones ante la crisis.
España, país que de por sí invierte en educación mucho menos que el promedio de los países europeos, debería buscar otro tipo de soluciones económicas que no afecten tan dramáticamente la inversión social en educación y salud, donde el principal perjudicado siempre va a ser el ciudadano común.
Una población sana, con servicios y cobertura sanitaria óptima, capaz de trabajar y generar consumo, así como gozar del privilegio del Estado para la superación académica con instituciones y programas adecuados, son la clave principal para superar esta crisis.
Sin salud es imposible estudiar, sin educación no hay innovación, sin innovación no hay aumento en la producción, sin producción las posibilidades de desarrollo son escasas.
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SOBRE EL AUTOR.
Euro Rincón: Vice-Presidente, Co-Fundador Coordinador Estudiantes PRO
PROPUESTA CIUDADANA A.C.
Comunícate: @eurorincon / euro.rincon@pro.org.ve
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Bajo la protección del Articulo19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Declaración Universal de los Derechos Humanos; Asamblea General de la ONU el 10.12.1948.
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