Corea del Norte: Un Ejercito que se ha hecho Demasiado Poderoso
COREA DEL NORTE.

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LA VANGUARDIA.- El jefe de las fuerzas armadas de Corea del Norte, Ri Yong Ho, ha sido desposeído de todos sus cargos, según ha indicado esta mañana la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA. El inesperado anuncio es interpretado como una posible purga política. Una señal de que el nuevo dirigente del país, Kim Jong Un querría tener un mayor control sobre el estamento militar de este hermético país.
La decisión de relevar de sus funciones a Ri Yong Ho, fue adoptada ayer domingo durante una reunión del Politburó del Partido de los Trabajadores, nombre oficial del partido comunista norcoreano. La agencia de noticias KCNA se limita a subrayar que se ha decidido «relevar a Ri Yong Ho de todas sus funciones por causa de enfermedad». El comunicado oficial no hace mención alguna a su posible sucesor
Ri Yong Ho, de 69 años de edad, deja de ser desde hoy mismo, el jefe del estado mayor del ejército norcoreano, vicepresidente de la todopoderosa Comisión Militar Central d4el partido y miembro del Presidium del Politburó, la instancia que reúne a los máximos dirigentes del régimen, bajo el liderazgo de Kim Jong Un.
El anuncio, por inhabitual, ha tomado por sorpresa a los observadores de la realidad norcoreana, que observan con escepticismo generalizado el motivo de la destitución. El ministerio de Unificación de Corea del Sur ha calificado la noticia de «muy inusual». Consideran que «es muy raro que el Norte anuncie tan rápidamente el resultado de una reunión, que se celebró ayer. Vamos a seguir con interés la evolución de la situación», ha señalado un portavoz surcoreano.
La sorpresa tiene su origen en que Ri Yong Ho estaba considerado hasta ahora como uno de los siete miembros del partido y del ejército que formaban parte del reducido grupo de tutores que guiaba la transición del régimen norcoreano, tras la muerte de Kim Jong Il, el pasado diciembre y la asunción del liderazgo del país por parte de su hijo Kim Jong Un.
Ri fue uno de los siete dirigentes del régimen que acompañaron, junto a Kim Jong Un, el féretro de Kim Jong Un durante su entierro. Luego ha aparecido regularmente junto al nuevo líder en los actos oficiales y se le consideraba miembro de la reducida cúpula que tutela los primeros pasos del nuevo líder político del país.
La noticia se ha interpretado de forma generalizada en Seúl como una posible purga política por parte de Kim Jong Un, deseoso de tener un mayor control político sobre el ejército, un estamento que mantiene un poder absoluto sobre el partido y el país, en general.
«Kim Jong Un va a asegurarse a partir de ahora que el partido tenga bajo control a un ejército que se ha hecho demasiado poderoso. Un iniciativa que su padre había empezado a desarrollar a finales del 2010», ha apuntado Paik Hak Soon, del Instituto Sejong de Seúl.
Yang Moo Jin, profesor de la universidad de estudios surcoreanos de Seúl, ha señalado a France Press que duda de los motivos de la destitución. Recuerda que hasta ahora el régimen de Pyongyang rara vez ha apartado a sus dirigente por motivos de salud y que en general todos tienen una avanzada edad’, a excepción de Kim Jong Un.
«Es posible que haya caido en desgracia, o que haya salido perdiendo en una lucha de pòder interna con otros altos cargos militares», ha indicado otro analista. Y es que no hay que olvidar que hasta ahora Kim Jong Un ha estado rodeado de los hombres de confianza de su padre. Una situación que le ha permitido conocer los entresijos del poder y realizar un aterrizaje suave en el liderazgo del país más aislado del planeta. Una coyuntura que sin duda el joven líder intentará modificar, sustituyendo a estos dirigentes de la generación de su padre, por mandatarios más jóvenes y que pueda controlar más fácilmente. Una circunstancia que podría explicar la destitución de Ri Yong Ho.