Una secta rusa mantuvo a niños durante 10 años bajo tierra.
RUSIA

Imagen: vk.com
Autoridades rusas descubrieron un búnker de una secta cuyos miembros, alrededor de 50 mayores, y unos 20 niños, vivieron durante más de una década bajo tierra sin asistencia médica y en condiciones insalubres, informó hoy un diario local.
Los niños de la secta no tenían atención médica, instrucción escolar, aire fresco, luz solar, electricidad ni calefacción, precisaron las autoridades de Kazan al diario ruso «Kosomolskaya Pravda».
«Los niños nunca fueron a la escuela y apenas salieron a la superficie terrestre», precisaron.
La secta fue descubierta en la ciudad de Kazán, capital de la república federada rusa de Tartaristán.
«Estaban sucios, llevaban harapos y nunca habían sido examinados por un médico», agregaron.
Los miembros de la secta vivían en habitaciones como si fueran celdas repartidas en siete plantas de un búnker construido bajo tierra, consignó hoy la agencia de noticias DPA.
La edad de los menores oscila entre los 18 meses y los casi 17 años.
Los niños fueron ingresados en un hospital y posteriormente irán a orfanatos, tal como aseguró el responsable de la protección de menores en el gobierno, Pavel Astajov, a la agencia de noticias Ria Novosti.
Astajov indicó que los niños podrían regresar con sus padres tras una larga terapia.
Las autoridades de esta república federada rusa de mayoría musulmana investigan ahora al líder de la secta Faisrajman Satarov, de 83 años.
Los seguidores de Satarov en esta ciudad a orillas del Volga y ubicada 800 kilómetros al este de Moscú amenazaron con el fin del mundo si las autoridades no les devuelven a sus hijos.
Además anunciaron que opondrán resistencia contra la demolición de la vivienda de su «profeta», construida de forma ilegal.
En los muros que rodeaban el recinto, ubicado cerca de una línea ferroviaria, había una mezquita pequeña.
De acuerdo con los medios, Satarov tuvo su primera visión ya en 1964 y se autocalificó profeta a fines de los años 80, luego en 1996 compró un recinto de unos 700 metros cuadrados en las afueras de Kazán.
Las autoridades descubrieron el búnker bajo tierra cuando un comando especial asaltó el recinto por sospechas de terrorismo en el marco de la investigación del asesinato de un religioso islámico.
El caso recuerda al drama cerca de la ciudad rusa de Penza, donde a fines de 2007 unos 30 miembros de una secta apocalíptica, entre ellos niños, se retiraron a vivir a un sistema de túneles subterráneo. Informa LAVOZ.COM.AR.
09/Agosto/2012. 15:46.