Opinión: El Mes Llamado Ramadám
OPINIÓN.
Por Karla Castellano*
Como todo fiel religioso celebra determinada fecha, los musulmanes celebran el inicio y fin de año, guiandose por el calendario lunar. Siendo la más importante indicada de manera explícita por el profeta Mahoma el Id -al Fitr o Fiesta del final del Ramadán.
Este año el Ramadán inició el 20 de Julio y finalizará el 19 de Agosto. El mes de Ramadán empieza cuando la luna aparece a finales de Sha’ban (octavo mes en el calendario lunar islámico).
¿De qué se trata?
Ramadán es el nombre del noveno mes del calendario lunar musulmán. Donde se conmemora la primera revelación de Ala (Dios) a Mahoma, posteriormente escrita en el Corán.
Los observadores designados por los organismos religiosos de cada país, reciben el inicio de esta fecha ubicados en un lugar muy elevado, examinando el horizonte sin ayuda mecánica óptica o cálculo matemático, hasta distinguir el primer hilo de luz de luna creciente, indicativo de que al día siguiente empieza la fiesta religiosa. Aunque debería iniciar al mismo tiempo en toda la comunidad islámica musulmana, la extensión geográfica hace imposible unificar la observación, por lo que el Ramadán inicia de forma escalonada. Y, si las condiciones meteorológicas impiden ver el horizonte y nacimiento de la luna, se iniciara dos días después del previsto.
¿Qué se hace?
Durante el Ramadán, jóvenes, hombres y mujeres no deben fumar, beber, comer, perfumarse y tener relaciones sexuales desde que sale el sol hasta el ocaso. Ya que para los musulmanes los días inician después de la puesta del sol, y no a media noche, como en el calendario occidental. Los únicos que tienen permitido no realizarlo son las mujeres embarazadas, niños, enfermos y los viajeros. Luego del ocaso se bebe agua o jugos se come dátiles, y después de la Oración de la Puesta, se puede comer bien. Luego acuden a la mezquita para la Oración Nocturna Especial.
Como el Ramadán sigue el calendario lunar, se puede desplazar por las diferentes estaciones, por lo cual la observación puede ser difícil durante el verano, ya que los días son más largos lo que incrementa las horas del ayuno.
Las ciudades y pueblos islámicos engalanan las calles, -como en occidente para año nuevo- la gente se visita y da obsequios, los niños cantan de casa en casa, y las comidas y bebidas que se preparan son extraordinarias -Se está de fiesta-.
El día más importante es el último viernes del Ramadán. Una vez finalizado el ayuno, empieza el mes de Sh’awwal, con la fiesta mayor la de Id al-Fitr. Ese día se reparten bendiciones y se desean muchísima felicidad. Se agradece a Alá haber ayudado a superar las dificultades durante el Ramadán.
Ese día el musulmán se baña, viste su mejor ropa y se perfuma. Acude a la mezquita para orar. También se está obligado a ayudar a los más pobres y necesitados. Durante el día se reflexiona sobre lo que significa el Islam y se intenta limar las asperezas con familiares y amigos para iniciar una nueva vida bajo el signo de la reconciliación y la paz. Más adelante el 10 del último mes, Dhul-Hijja, se celebra el Id Al-Adha Al-Mubarak –suele durar tres días- esta es conocida como la fiesta del sacrificio y está estrechamente ligada a la peregrinación a la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudita.
Así culmina este rito el cual todo musulmán debe realizar al menos una vez en la vida.
En realidad los musulmanes creen que así demuestran su fidelidad a Alá, luchando contra el hambre, sed, y las necesidades sexuales. Creen que ayunar sensibiliza y envuelve cuerpo, lengua, corazón y el alma. Se guarda la lengua del chisme y la mentira. Se protegen los ojos de ver lo prohibido; y el oído de escuchar lo que Alá abomina.
«¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios…»(Corán 2:183). / karlacastellanoj85@hotmail.com – @karlacastj