Foto con historia: La foto de Kevin Carter que sembró de silencio el mundo
FOTO CON HISTORIA.
Por Mariangel Ardile
Alguien te observa, te ve y siente la necesidad de alimentarse…
La presencia de un ave rapaz a su espalda ignorando su vida, su realidad, su hambre…
El fotoperiodismo toma protagonismo con un trabajo merecedor del premio Pulitzer en 1994 a una escena tomada en 1993 por el profesional Kevin Carter. Un hombre de una vida trágica, con historia tras su lente. Capaz de capturar a un niño famélico cuando defecaba y era acechado por un buitre a las afueras de su pueblo en Sudán.
Carter, un reportero gráfico sudafricano que inicia su carrera a la edad de 23 años, fue fuertemente criticado por esta imagen, ya que muchos llegaron a creer que era una dramatización de la vida en Sudán, donde el niño era símbolo de pobreza y hambre, el buitre de capitalismo y él era la sociedad observando lo que pasaba sin actuar.
La sensación de culpabilidad llenó tanto a Carter ante los comentarios de la opinión pública, que al enfrentarse a las críticas negativas y a la muerte de su mejor amigo, Ken Oosterbroek, también fotógrafo, el 18 de abril de 1994, cuando intentaba ejercer su profesión en pleno tiroteo de Tokoza (Johannesburgo), le generó tanto nivel de depresión y carga psicológica que se suicidó en un río, donde se conectó desde su camioneta una manguera de monóxido de carbono hasta su nariz.
«Estoy deprimido […] sin teléfono […] dinero para el alquiler […] dinero para la manutención de los hijos […] dinero para las deudas […] ¡¡¡dinero!!! […] Estoy atormentado por los recuerdos vividos de los asesinatos y los cadáveres y la ira y el dolor […] del morir del hambre o los niños heridos, de los locos del gatillo fácil, a menudo de la policía, de los asesinos verdugos […] Me ido a unirme con Ken, si soy yo el afortunado», escribió Kevin en alguna de sus notas.
Kong Nyong, era el nombre del niño con desnutrición, según lo hicieron saber sus padres en el año 2007, cuando un grupo de fotógrafos viajaron a Sudán, corroborando que realmente este no murió de hambruna como lo llegó a creer Kevin Carter, sino de fiebre en años posteriores.
La situación del niño es tan común a nivel mundial, que aún en nuestros días el anuncio de hambruna ante un África en constantes conflictos civiles, busca la verdadera libertad y la presencia de una paz que llega en forma de comida para saciar el estómago y el alma.
Fotos con historias hay muchas, lo difícil es no imaginar esa historia tras la foto.
24/Septiembre/2012.