Chávez afirma que si gana Capriles gobernaría la burguesía y el imperio Yanqui
VENEZUELA.
EL MUNDO.- Si en algún lugar es profeta Hugo Chávez, es en Sabaneta, su pueblo. Allí nació hace 58 y allí vuelve cada vez que hay elecciones a darse un baño de masas. «Y un saludo a todo mi pueblo amado, un saludo a este nido de mi vida», clamó ante los suyos que aún recuerdan cuando vendía dulces en la plaza.
En esta población de 40.000 habitantes, comenzó el lunes una vibrante recta final para recuperar la iniciativa perdida frente a Henrique Capriles, de 40 años, capaz de movilizar este domingo a más de un millón de personas en una de las calles simbólicas del chavismo, la Avenida Bolivar.
Y el contrataque no se hizo esperar. En los próximos días Chávez visitará dos estados diarios hasta el jueves, seis en tres días, último día oficial de campaña, en que movilizará a los suyos para ocupar Caracas con un gran acto de cierre de campaña.
En su paseo de este lunes por el pueblo donde nació y se crió, Chávez aprovechó su visita para desplegar su lado más carismático, saludando por su nombre a algunas de las personas que le aclamaban en su recorrido y contando anécdotas de su juventud, recordando los negocios donde compraba y los sitios a los que iba a bailar o a jugar pelota.
Ya subido al vehículo descapotable en el que se traslada, volvió a calzarse el traje de candidato y acusó a Capriles de recibir dinero del narcotráfico. Esos grandes empresarios que están aportando mucho dinero a su campaña y desde el exterior también, los banqueros prófugos, unas mafias, lavado de dinero, narcotráfico.
Para el líder bolivariano, aunque Capriles intentó «esconder su propia personalidad, transfigurarse como el camaleón y tratar de presentarse como hombre del pueblo, cuando es un hijo de la gran burguesía», en definitiva «no lo logró», dijo Chávez desde un vehículo conducido por el Canciller (Ministro de Exteriores) Nicolás Maduro, quien antes de formar parte del gobierno ejercía como conductor de autobús.
Cascada de ataques
El mandatario, de 58 años y desde 1999 en el poder, llega como favorito a los comicios del domingo frente a Capriles, quien ha protagonizado una campaña mucho más activa en comparación con la del gobernante -convaleciente de un cáncer- y en las últimas semanas ha recortado la brecha que le separaba del mandatario, según las encuestas.
En su cascada de ataques Chávez señaló que poderosos grupos económicos estarían «sobándose (frotándose) las manos» porque si ganara Capriles «volvería a gobernar la gran burguesía, la gran corrupción y el imperio yanqui», aunque garantizó que eso es un «imposible».
La ley electoral venezolana no permite ayudas públicas a los partidos políticos. La coalición que encabeza Capriles insistió en que el 80% de sus recursos provienen de rifas, colectas callejeras y donaciones en internet, y, en cambio, denunció que Chávez usa dinero público para promover su relección.
Después de una campaña llena de altibajos, cancelaciones inesperadas, cambios de agenda o falta de entusiasmo, Chávez pisa el acelerador de cara a la recta final. «¿Quién es el candidato de los banqueros prófugos? ¡El Majunche! ¿Quién es el candidato de la patria? ¡Chávez!» gritó esta semana desde la tarima. Al asesinato de tres simpatizantes de la oposición se suma la aparición de encuestas que muestran una igualdad mucho mayor a la esperada, lo que ha puesto nervioso a Chávez, que ha tocado a rebato, empezando por su pueblo.
02/Octubre/2012 – 16.30hrs