Opinión: Intervención Militar en Malí, una ofensiva Antiterrorista
OPINIÓN.
Naciones Unidas ha dado un ultimátum a los países de África occidental para que intervengan y garanticen el restablecimiento de la autoridad en vasto desierto del norte de Malí.
Por Giuliana Ippoliti Bandes / giulianaippoliti@gmail.com / @lagius
Parece la tarde estar recién comenzando, el sol brilla con impunidad en el cielo azul celeste que adorna la precaria situación que se vive en Tombuctú. Un rebelde miembro del Asnar Dine habla airadamente frente a las cámaras de una de las más prestigiosas cadenas informativas del mundo: “Nuestra guerra es una guerra santa, una guerra en nombre del Islam. La independencia es el Islam, es la práctica de la Sharia”. Tiempo después, miembros de ese mismo grupo radical comenzaron a enaltecer la sinceridad de la palabra terrorismo, atemorizando a los pobladores con severos castigos que en nombre de la Sharia, se propiciaban a unos cuantos. Una pareja de amantes soportó 100 latigazos por tener hijos sin estar casados, otros infortunados han sido lapidados, han perdido extremidades, mujeres han sido vendidas y prostituidas, y algunos niños son ahora, soldados.
Actualmente las mujeres están obligadas a cubrir todo su cuerpo excepto sus manos y sus pies, no se puede jugar fútbol, beber alcohol, fumar, o ver la televisión. La libertad, es un mero recuerdo. Los castigos están a la orden del día, mientras el pueblo, sigue silencioso y a la expectativa.
La crisis comenzó en marzo de este año con el Golpe de Estado Militar, que fue aprovechado por los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawed (MNLA) para proclamar la independencia de la región al norte del país.
Actualmente, Gao, Kidal y Tombuctú, que ocupan un territorio de unos 850.000 km2, son controlados por grupos radicales islámicos. Para ser francos, la situación en la región no es nueva, se trató siempre de pueblos nómadas olvidados por el Estado, solo que ahora son dominados por extremistas aliados la rama magrebí de Al Qaeda, probablemente la organización más rica del mundo, de MUYAO, y de Ansar Dine. Una buena parte de la región vive en anarquía, el gobierno de Bamako se ha visto arropado por la situación al punto de pedir formalmente en la Asamblea General de las Naciones la intervención militar de las potencias extranjeras por medio de un Consejo de Seguridad que ya ha autorizado el despliegue de una fuerza militar de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para recuperar el control en el territorio.
Una resolución impulsada por Francia respaldada por Sudáfrica y Togo, da 45 días a los 15 países de África Occidental para que intervengan y garanticen la restitución de la autoridad. Asimismo, se ha nombrado a un enviado especial, Romano Prodi, exjefe de Gobierno de Italia.
Mientras las intervenciones clásicas implican que un Estado o grupo de Estados imponga(n) su voluntad por medio de la fuerza a otro, en Malí se trata de un enemigo más complicado, pero no por eso, menos invencible. La lucha es contra el terrorismo. En Malí, los civiles afectados son mayoría, la minoría extremista les domina en oscuridad, desmoralizando, humillando y horrorizando. Se trata de proteger a la población civil de la violación sistemática de sus Derechos Humanos, se trata, digamos, de una intervención humanitaria de reconquista frente a unos radicales que ya han prometido transformar el conflicto en una guerra existencial.
Esta Columna fue publicada originalmente por El Venezolano de Panamá.
21/Octubre/2012.
A ver, cómo vamos al origen de toda esta charabia islámica, este comentario promete no ser corto dada la complejidad del asunto que usted aborda, probable resultado de lo que trataré de explicar a continuación: Isaac, hijo legítimo de Abraham, sería el padre de Jacob, quién a su vez se convertiría en Israel, padre de los israelíes, la Tierra Prometida por Yavé. Isaac es hijo de Sara, esposa de Abraham que concibió al niño como un milagro porque era estéril, Ismael es hijo primogénito de la unión entre la esclava Agar con Abraham. Según la Biblia, contradicha por el Corán, es Ismael (hijo de la esclava) y no Isaac el hijo prometido por Yavé. Los judíos descienden de Jacob, hijo de Isaac, los musulmanes vienen de la extirpe de Ismael. El uno viene de un milagro y su nombre significa «risa», mientras que de Ismael las escrituras narran que sería «…hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él.” (Génesis 16:11-12). ENTONCES, Ismael lucha por reivindicar sus derechos, mientras que Isaac nació con derecho y bendición divina. Para el siglo VI surge el Islamismo de la mano de Mahoma, un hombre violento, violador, misógino, que emprendió 65 campañas militares, expandiendo su poder por buena parte del territorio en lo que hoy conocemos Arabia Saudita, Irak, Yemén, Omán. El Corán se escribe en el califato de Ibn Affan, tan sólo una veintena de años después de la muerte del «profeta». En fin,tras su muerte dejó instrucciones claras de que se luchase contra los judíos, persas y no recuerdo con cuántos más. El Islamismo empieza a desarrollarse, la historia la conocemos bien. Por qué los islámicos (o Ummas) son tan fanáticos. Una historia de «injusticia» les alimenta, un profeta viene a reivindicarles, la segunda guerra mundial empeora todo porque son expulsados de Israel y los Judíos vuelven a ganar la batalla que ganaron desde el principio con Isaac, no con el desterrado Ismael. Lo inquietante, que condimenta el fanatismo de los Islámicos, es la estructura de su religión, cimentada en 4-5 pilares que lejos de conformar a un hombre libre, lo sujetan a su fe ciega no dándole mayor chance de desarrollarse con criterio propio. Desde pequeños, los son Ummas son adoctrinados. Deben profesar su fe (Shahada, testimonio de su fidelidad a Alá y Mahoma), luego deben orar CINCO veces al día, dar limosna y peregrinar aunque una vez en la vida a la Meca. Esta religión es de mensaje reiterativo que Goebbels habría sabido imitar tan bien en un universo más pequeño como lo fue la Alemania Nazi. En contraposición interesante, la cristiana no exige mayor cosa que vayas todos los domingos a misa y cumplas los diez mandamientos de Dios, el uno justifica el asesinato de los infieles, el otro te pide que no mates ni friegues a nadie (y mire que no tengo religión, pero cada cosa con su nombre) esto explica porqué unos son mucho más intensos y otros más light. AHORA, si yo u otro fuera educado en este sistema adoctrinante es probable que cualquier hubiera terminado martirizándose por su Dios, en búsqueda de la justicia que perdieron desde el principio. El asunto Giuliana, es que si usted mezcla resentimiento histórico, injusticias presentes (sean reales o no, el punto es que ellos las perciben como tal) -como la expulsión de los Palestinos de Israel, Jordania, Egipto, Líbano, lo cual sí me parece cosa injusta, pero yo tampoco me calaría una nación de personas llenas de odio en mi país- e ignorancia, lo mejor que podrá obtener es esto. Los más desprotegidos son los que han reaccionado con más rabia. Han heredado la cultura combativa de su líder, se expanden peligrosamente por el globo, racionalizan convenientemente su religión, del mismo modo que por cierto la FARC ha hecho, luchando supuestamente por los derechos de su sociedad. Venezuela, por ejemplo, ha heredado el miedo de sus primitvos aborígenes cuya cultura jamás se habría asemejado al avance de sus «vecinos» los Mayas, Aztecas e Incas, heredó la sumisión de los esclavos africanos, la corrupción de los españoles, la transitoriedad territorial de todos los mencionados anteriormente, y como resultado último la falta de compromiso con una tierra que no sienten suya ni de la cual puedan enorgullecerse, por eso somos así, esas SON NUESTRA CAUSAS. De igual modo, y EN RESUMIDAS cuentas, el terrorismo, tráfico de armas, drogas, asesinatos, violencia, trata de blancas, TODO, tienen un por qué. Aparte de las causas mencionadas, lo que desde el principio fue un eufemismo de corrupción, hoy se expresa groseramente sin tapujos: hombres condicionados para matar y torturar justificadamente, condicionados por muchos Mengeles que se lucran de su estupidez, que experimentan en pro del mantenimiento de su superioridad egotista, económica, religiosa, racial etc, etc, etc. Malí es víctima ejemplar de esto, y no sucederá NADA en la medida que intereses en TERCER PLANO sigan vigentes para los gobiernos. No se soluciona esto porque el «Mal» sustenta una buena parte de esa estabilidad económica de los gobiernos que negocian con él. Cada cual se agarra su buena tajada y ya verá usted que si no se ejerce presión masiva de los ciudadanos del mundo, estas élites minoritarias seguirán con la prostitución de su gente en nombre demagogo de el «Bien», «Alá», los «Valores», lo «Correcto», la «democracia», el «pueblo soberano». Saludos