Opinión: Crímenes de honor en Pakistán, ¿Cultura o atrocidad?
OPINIÓN.
Por Samuel Morales Escuela*
Para este lado del planeta, lugar en donde habitan grandes defensores de los Derechos Humanos, resulta atroz observar noticias que hablan de asesinatos de mujeres árabes que han violado códigos culturales. Códigos que en América pueden ser considerados machistas, pero que en realidad allá son absolutamente normales.
Sin ánimos de justificar el asesinato de las féminas, me detengo por un momento en Pakistán y me pregunto: Qué le llevó a la cultura paquistaní a asesinar a casi 1000 mujeres en el 2011.
93 de las fallecidas ese año eran menores de edad según un informe de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP, siglas en inglés).
Este tipo de crímenes se produce cuando una familia ve mancillado su «honor» por la actitud de una mujer. Acciones como renunciar a un matrimonio, huír con otro hombre o intentar casarse con alguien que no tiene la aprobación familiar representan la vergüenza para una sociedad que profesa la fe de Mahoma.
En estas acciones pesa la penetración de oscuras tradiciones tribales, llevadas por el machismo extremo y la falta de tolerancia.
Surge otra interrogante: Qué pasaría si en América o Europa asesinaran a las mujeres por bailar reggaetón, besarse en una plaza o llevar ropa corta.
Seguramente sería denunciado y castigado a los minutos y en Pakistán brincarían de la alegría, con ese placer culposo de pensar: Bien hecho.
Hay un principio fundamental más complejo que cualquier cultura: El respeto a la vida.
No existe justificación para quitarle la vida al otro, independientemente del motivo que los mueva.
Nos toca callar, observar y ver qué pasa. Nos toca aceptar que seres humanos sean violados y torturados por pensar diferente.
Conversar de este tema sólo me deja una pregunta para el análisis:
¿Y qué pasaría si yo fuese paquistaní, pensaría diferente?
12/Noviembre/2012.
Samuel Morales Escuela. Periodista que aprendió a hacer música. Músico que aprendió a hacer periodismo. Hablo de lo que veo, aunque muchas veces incomode. Sincero por sobre todas las cosas y denuncio lo que me parece que está mal. Política, economía, mundo y entretenimiento son los ingredientes de mi plato del día. Si todos podemos opinar, por qué no lo hacemos. / TWITTER: @SamuelMorales_
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