OPINIÓN: Egipto: ¿Enfrentamientos hasta el 15?
OPINIÓN.
Por Maricarmen Cervelli N.*
Bombas lacrimógenas, golpizas, heridos y arrestos han sido los platos fuertes de los enfrentamientos entre la policía, los opositores a Mohamed Morsi (un grupo numeroso, pero variopinto y sin liderazgo) y los que apoyan al presidente (seguidores de los Hermanos Musulmanes, islamistas y salafistas).
En los últimos días el escenario ha sido el palacio presidencial, donde acamparon la noche del martes 4 de diciembre unos 300 manifestantes en señal de protesta contra el gobierno. La pernocta terminó en enfrentamiento. Un Egipto polarizado se hizo sentir en las calles de El Cairo, y al parecer el conflicto no van a parar hasta que algo bueno o malo pase; o hasta que llegue el 15 de diciembre, cuando por medio de un referéndum se decida si va o no la constitución recientemente aprobada por la Asamblea Constituyente.
“En un panorama marcado por el signo de la incertidumbre, ni tan siquiera la celebración del referéndum es segura. Y es que los jueces, el estamento más hostil al decretazo de Morsi, han amenazado con no supervisar la consulta”, asegura Ricard González en El país de España.
Todo comenzó con la firma de un decreto que le da plenos poderes al presidente de la república, Mohamed Morsi, quien fue elegido primer mandatario de Egipto en junio de este año. El nuevo decreto dicta, entre otras cosas, que Morsi podrá tomar todas las medidas que considere necesarias para preservar la revolución, la unidad y la seguridad nacional; y ningún ente gubernamental o político podrá apelar o cancelar las declaraciones constitucionales, decretos o leyes dictadas por él. Además, la Asamblea Constituyente, de mayoría islamista, fue blindada para redactar la nueva constitución.
La firma de este decreto fue el detonante de una explosión social. Los detractores catalogan a Morsi como el nuevo Hosni Mubarak y piden que se anule este decretazo, otros más extremos abogan por su renuncia; y sus numerosos partidarios defienden las nuevas medidas y han salido a la calle a “terminar el conflicto”.
El conflicto
Olga Rodríguez, periodista especialista en asuntos internacionales, cuenta en un artículo titulado “¿Qué está pasando en Egipto?”, que los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de jóvenes se reunieron cerca de la plaza Tahrir para conmemorar el primer año de la muerte de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad egipcia que estaban bajo el mando del gobierno de transición. “Los manifestantes colgaron a la entrada de la calle un cartel que se ha mantenido hasta hoy. En él se lee: ‘Prohibida la entrada a los Hermanos Musulmanes”. Allí comenzó el enfrentamiento con la policía, mientras que en ese momento Morsi fungía como mediador para lograr el cese al fuego entre Hamás y el gobierno de Israel. Al día siguiente, Morsi decretó los nuevos poderes.
“No es casualidad que justo un día después del anuncio del alto el fuego en la Franja, Morsi anunciara una mayor concentración de poderes, situándose por encima de la ley y de todas las instituciones del Estado”, afirma la periodista, quien agrega que éste era un momento perfecto para el presiente porque acababa de convertirse en una especie de líder o actor influyente en la región, reconocido además por Estados Unidos.
Resulta un tanto peligroso el hecho de que el descontento de los manifestantes esté siendo aprovechado por sectores cercanos al gobierno de Hosni Mubarak, llamados “Feloul”, quienes pretenden capitalizar las quejas y acercarse de nuevo a una posibilidad de gobierno.
El otro temor es que los enfrentamientos se intensifiquen y se produzca una lucha civil con lamentables consecuencias en los próximos días si no se toman medidas. Portavoces del gobierno dijeron que podían sentarse a negociar enmiendas de la constitución; sin embargo, parece que esa no es la salida que quieren los opositores laicos, quienes alegan que el texto tiene una fuerte influencia islamista. Por otro lado, este grupo grande, resistente y persistente que se han mantenido en las calles presionando a un Morsi que no quiere ceder, sabe que se enfrenta a un aparato político poderoso y mejor articulado. Y aunque los medios y jueces también son parte importante de las manifestaciones en su contra, los Hermanos Musulmanes se sienten apoyados por la mitad del país, salieron airosos en las urnas y confían en que la nueva constitución será aprobada. Eso los mantiene en pie… Todo por la vía de la “legalidad”. Cualquier parecido…
06/Noviembre/2012.