Factor Moda: La magia del Little Black Dress (El mini Vestido Negro)
FACTOR MODA.
Por Michelle Santos Uzcategui – @MichelleUz
No quedan dudas de que en lo primero que piensan las mujeres al ser invitadas a una fiesta a la que tienen que acudir más o menos formales o elegantes, es en aquel vestido negro que te saca de cualquier apuro. Y es que, ¿Qué mujer no tiene en su armario un vestido negro que le queda perfecto? Es probable que ninguna. Y la que no lo tenga, al menos tiene en sus planes comprarse uno. De paso, no hay ninguna casa de moda que no tenga en su historia un “pequeño vestido negro”.
El llamado Little Black Dress, creado primordialmente por la diseñadora francesa, Coco Chanel -a la que se le atribuyen la invención de otras piezas eternas en la moda- en 1926, ha sido la mejor opción de la mujer desde siempre. Claro, no fue hasta que Givenchy confeccionó el vestido que Audrey Hepburn usó en la película Desayuno en Tiffany’s que las mujeres lo proclamaron como un básico en cualquier closet, que se formalizó a la pieza como un clásico. Sin embargo, desde aquel simple, sin mangas y con un largo por encima de la rodilla vestido negro de Chanel, se marcó un antes y un después en la moda y la vida de las mujeres.
Tener un vestido negro básico es simplemente una necesidad en el armario de las féminas. No sólo sirve para una fiesta elegante. Su versatilidad va más allá de la formalidad y el protocolo de una celebración lujosa. El Little Black Dress es útil en toda ocasión, depende de cómo se combine. Los accesorios le pueden dar un aire diferente a tu vestido cada vez que te lo pongas. El empleo de bufandas, cinturones, collares, anillos, pulseras, chaquetas, zarcillos, guantes, sombreros, chalecos y otro que se implique, puede marcar la diferencia en el look alejándolo de ser el básico vestido negro y convirtiéndolo en el despampanante y seductor vestido negro. Es capaz de combinarse con una pieza de cualquier tendencia o estilo y lucir bien. Se puede usar con todo tipo de calzado, desde zapatillas y flats hasta stilettos y botas, porque se acomoda para cualquier lugar o celebración a la que vayas, desde una salida al centro comercial hasta una fiesta de boda. Es importante saber elegir cuál será el vestido negro que formará parte de tu armario por siempre. Ya que, haciendo una buena elección, no habrá contras cuando se trate de él. Para el Little Black Dress sólo existen pros.
Representa ventajas en todos los sentidos: empezando porque su color es totalmente neutro y elegante. Se ensucia con escasa facilidad, y está comprobado que se desgasta menos si es lavado correctamente. Lo que conlleva a que sea una pieza totalmente duradera en un closet. También ayuda a estilizar la figura y verse más delgada. Por lo tanto, es una buena opción para las más proporcionadas quienes de vez en cuando se sienten (o no) cohibidas a la hora de usar vestidos. Por último, y lo mejor del caso, es que es una pieza totalmente intemporal. Lo que significa que es independiente a cualquier tendencia que esté en auge. En pocas palabras, nunca pasará de moda.
El vestido negro es, metafóricamente, el hada madrina de todas cuando se está en el dilema de qué ponerse. Por esa capacidad que tiene -y se menciona anteriormente- de poder ser usado infinidades de veces en diferentes maneras y aún así armar un look distinto sin dejar de hacerte ver hermosa.
18/Diciembre/2012.