¿Por qué va a ser juzgado Efraín Ríos Montt?
GUATEMALA.
El pueblo guatemalteco, en su mayoría indígena, aguarda por justicia.
FACTOR INTERNACIONAL / Carolina Álvarado .- El ex presidente de Guatemala, José Efraín Ríos Montt, luego de muchos años de rehuirle a sus responsabilidades judiciales, por medio de la inmunidad parlamentaria que se le atribuía por sus funciones en el Congreso, se espera que en los próximos meses se realice el juicio oral y público por su participación en el genocidio perpetrado en el año 1982 contra las poblaciones indígenas.
El General Ríos Montt formó parte del triunvirato instaurado el 23 de marzo de 1982, tras encabezar un golpe de estado contra el también general Romeo Lucas García. Fue entonces cuando eliminó el poder judicial, declaró el estado de sitio e instauró el Plan Nacional de Seguridad y Desarrollo (PNSD) con el cual buscaba el desarrollo socioeconómico de Guatemala, mediante el exterminio de la subversión y el adoctrinamiento de la población.
Los principales colaboradores de Montt, buscaban “integrar» en el estado a los colectivos, campesinos e indígenas, “cuya inmadurez en los valores patrióticos y su analfabetismo” no permitían el avance del proyecto de gobierno y se volvían especialmente vulnerables, ante las estrategias del comunismo internacional. Esto se traducía realmente en el exterminio de las poblaciones indígenas de origen Maya, por representar un obstáculo en la liberación del territorio de los grupos que adversaban al Estado, conformados en guerrillas mediante las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA), organizadas como Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) .
Estas acciones, realizadas mediante la operación denominada “Tierra Arrasada”, llevaron a la desaparición física 1.700 personas y la movilización forzada de más de 29 mil familias, especialmente de la etnia Maya-ixil, por considerarlos comunista, colaboradores o integrantes de las fuerzas guerrilleras con las cuales se desarrollaba una guerra civil en Guatemala.
La postura firme y fanática de Ríos Montt, quien profesaba su cristianismo y solía utilizar metáforas relacionadas a la Biblia al dirigirse a los guatemaltecos, contó con la aprobación del para ese entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, para evitar que otra nación centroamericana perdiera el control de sus insurrecciones, tal y como había sucedido con El Salvador.
Así transcurrieron los 17 meses de mandato del General Efraín Ríos Montt, quien también fue derrocado mediante un golpe de estado, liderado por su Ministro de Defensa, Oscar Mejía.
De esta manera Ríos Montt comenzaba una nueva etapa de acciones para evadir las responsabilidades políticas y judiciales a las cuales se veía enfrentado luego que la democracia fuera reinstaurada en Guatemala en el año 1986. Creó el partido político de derecha, Frente Republicano Guatemalteco, con el cual se postuló en tres oportunidades a la presidencia en 1990, 1995 y 2003; cuando a pesar de contar con el apoyo popular, en las primeras dos le fue negada la candidatura por no cumplir con las leyes, que prohibía específicamente que caudillos y golpistas se presenten como candidatos a presidente; mientras que para su última candidatura perdió frente a su contendor. Sin embargo, fue electo al Congreso guatemalteco en el 2007, donde incluso presidió en un período el poder legislativo.
Mientras tanto la Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, presentó cargos de tortura, genocidio, detención ilegal y terrorismo de Estado contra Ríos Montt y otros cuatro generales guatemaltecos retirados, ante el Tribunal Constitucional de España. Quienes determinaron que podían juzgar a aquellos acusados de crímenes contra la Humanidad incluso si las víctimas no son españolas, de tal manera en 2005 Efraín Ríos Montt, fue solicitado en extradición a España, pero nunca se llevó a cabo.
Ahora en el 2013 finalmente la justicia de Guatemala, procederá a realizar el juicio a Ríos Montt, con el cual demostrarán a la humanidad que están dispuestos a sancionar a los responsables de actos tan deplorables.
Por otra parte, el desarrollo de éste juicio no sólo representa justicia para los guatemaltecos, sino que marcará un precedente regional, al ser juzgado un ex presidente por los crímenes y acciones realizadas bajo su mandato. Las distintas organizaciones de derechos humanos de Guatemala y el mundo, esperan que el desarrollo del juicio no se vea entorpecido por injerencias de algunos factores políticos en el país.
31/Enero/2013. – 10:00hrs.