GABRIELA OLIVEIRA: Península Coreana ¡Tratado de paz ahora!
OPINIÓN.
Por Gabriela Oliveira.
Temor para muchos y sorpresa para otros, son algunos de los sentimientos que despiertan los últimos acontecimientos en la península coreana. Pues si, Kim Jong-un decidió dar buen uso del supuesto arsenal nuclear que su papi le dejó y le ha dado rienda suelta a su creatividad. Por qué digo yo que se puso creativo, pues eso de andar anulando el armisticio que firmaron ambos Estados en 1953 a mi me parece bastante original.
Un armisticio es la “suspensión de hostilidades pactada entre pueblos o ejércitos beligerantes”, esto no quiere decir que cesaron definitivamente los enfrentamientos armados, simplemente presionaron el botón de pausa. De hecho, en algunas guerras se han decretado armisticios en fechas especiales como Navidad, pero nuevamente eran retomadas las hostilidades.
Después de la Guerra de Corea (1950-1953) fue decretado un armisticio pero nunca le siguió el tan esperado Tratado de Paz (con el que sí se pone fin a una guerra, a menos que lo violen, pero ese es otro asunto), por lo tanto y en teoría esa guerra nunca se acabó. Sí, Corea del Norte y Corea del Sur iniciaron una guerra hace más de 50 años y como van las cosas no tienen intenciones de terminarla.
Mientras tanto Corea del sur le dijo welcome al capitalismo y Corea del Norte se ha mantenido como ese último bastión de lo que era el comunismo soviético. Esta última se ha empeñado en que su misión es desarrollar misiles nucleares y amenazar a los países de la región con utilizarlos; por lo menos ese ha sido su modus operandi en los últimos años.
Ahora bien, si en los últimos días ha visto como en Asia Pacífico corren con pavor (bueno no corren con pavor, pero si andan bastante recelosos) es porque la cosa está grave. La cuestión está en que Corea del Norte está realizando, cada vez con más frecuencia, pruebas nucleares con misiles de alto alcance (que según expertos pueden llegar hasta Alaska o Hawai). Además, estas pruebas nucleares demuestran que Pyongyang tiene plutonio y uranio para rato largo.
¿Quienes serían los principales afectados con que un humilde misil nuclear norcoreano explote por los aires? Pues prácticamente toda la región.
Ante este escenario, Japón con su estrecha relación en materia de seguridad con EUA, ha desarrollado un teatro antimisil que está bastante chévere y parece que ambos países han aceptado que Corea del Norte tarde o temprano utilizará su arsenal nuclear.
Corea del Sur – a mi parecer – el principal afectado y por razones más que obvias, también ha endurecido su posición ante la insistente y ahora inminente amenaza norcoreana. Ya quedó atrás la Sunshine Policy donde abogaban por la unificación y se dieron cuenta que la cosa va en serio.
Por su parte China teme a que un colapso en el régimen de Pyongyang traiga consigo una oleada incontenible de refugiados y que en el caso de una reunificación a favor de Seúl, los soldados estadounidenses colocados en Corea del Sur estén ahora cada vez más cerca de la frontera con Beijing. En otras palabras, la presencia militar de EUA en la región se haría más notoria e importante.
Lamentablemente las Conversaciones a Seis Bandas se fueron por el caño prácticamente desde que Corea del Norte las abandonó en 2008, por lo tanto no hay un foro donde la diplomacia entre en acción. No obstante, esta continúa siendo la primera y mejor opción para solucionar el conflicto y por qué no, hasta conseguir el tan anhelado Tratado de Paz.
A lo mejor eso era lo que estaba buscando Denis Rodman cuando visitó a Kim Jong-un.
04/Abril/2013. – 10:24 hrs.